viernes, 29 de marzo de 2013

PERDIDOS EN LA MONTAÑA

Este cuento ha sido escrito por Álvaro Pedrero. Durante semanas, aprovechando su tiempo libre, ha ido elaborando esta historia, que entregó en formato libro, portada incluida. Esta es su obra:

Perdidos en la montaña


Hace 50 años cinco amigos se fueron a esquiar. De pronto, les sobrevino una avalancha. Salió uno de ellos a buscar a sus amigos. Afortunadamente, estaban todos vivos, pero sin saber regresar a casa. Se pusieron en marcha y subieron hasta la colina pero no encontraban el camino.
De repente, uno de ellos vio humo cerca de allí. Fueron hacia el humo y encontraron a un hombre que estaba haciendo señales de humo. El hombre les dijo que podían pasar la noche en su cabaña. Y así hicieron.
Al día siguiente se iban a ir pero el hombre les dio unas provisiones y les advirtió de que por esa zona andaba un oso. Todos se asustaron pero el hombre les había hecho unas lanzas durante la noche. Cae la noche siguiente y montaron una tienda de campaña, y se fueron turnando la guardia cada media hora.
De pronto, el que estaba vigilando vio el oso y le asustó. A la mañana siguiente lo comentaron entre ellos y se propusieron cazar el oso. Después de comer ponen en comienzo la marcha. Tom, el más mayor, ve unos arañazos en los árboles. Los siguen hacia una cueva. Se adentran y de pronto sale el oso corriendo empujándolos a todos. Tom dijo que ya no lo podían seguir porque estaba cayendo la noche así que durmieron en la cueva.
Al día siguiente fueron a pescar salmones. Entre todos pescaron 15 peces. A la hora de comer se comieron 5 y se pusieron en marcha, aunque se rindieron todos menos Jamper, el más pequeño. Cayó la noche y antes de montar la tienda vieron al ojo, pero no pudieron tirarle con las lanzas..
A la mañana siguiente, cuando estaban andando, vieron un lobezno dormido. Lo cogieron y le dieron de comer. El lobezno, cuando ya estuvo mejor, cogió el rastro del oso. Cuando estaba cayendo la noche vieron al oso. Uno de ellos le tiró y le dio en la pata. Vieron sangre pero no podía seguirla porque ya había anochecido. A la mañana siguiente la sangre ya no estaba. Se pusieron en marcha y encontraron un lago, en el que se pusieron a pescar.
- "¿Qué es ese ruido?. Creo que es un helicóptero"
- "Eeeeeeh, ¡aquí!"
- "No nos han visto, qué pena"
- "Eh, mirad el oso"
Le tiraron con las lanzas y le dieron en una pata. Siguieron el rastro de sangre y llegaron a una charca donde estaba el oso. Le hicieron una emboscada y lo mataron. Lo llevaron hasta el campamento.
Al día siguiente anduvieron y anduvieron cuando vieron una señal que ponía: "El pueblo a 50 millas".
Siguieron andando y ya vieron las primeras casas del pueblo. Corrieron con el oso a cuestas. Cuando llegaron a la plaza estaba todo el mundo gritando de alegría.
En honor a ellos disecaron al oso y la caza del oso se convirtió en tradición desde entonces. Todos los años hay una cacería en honor a esos chicos.

FIN

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